Fuera de la gran variedad de llamadas que recibe la línea de ayuda estatal 211 cada semana, ocasionalmente nuestros especialistas se conectan con una persona que llama y tiene una solicitud simple: que alguien escuche y sea escuchado.

A principios de este año, John Doe llamó al 211 para compartir una idea para apoyar a las personas sin hogar en North Shore. Se había acercado a algunas otras organizaciones en la comunidad; sin embargo, sintió que nadie estaba dispuesto a escuchar su solución de reutilizar los autobuses urbanos retirados como viviendas temporales portátiles.

Más adelante en la conversación, se reveló que John había sido desalojado recientemente de su casa. Sin embargo, cuando comenzó la llamada, no fue esto lo que lo abrumó. Después de haber sido rechazado innumerables veces, se sintió ignorado y solo. Después de escuchar tantos "no", el 211 fue el primero en escuchar y decir "sí". El especialista le aseguró que su idea tiene valor y lo animó a seguir compartiendo. Terminó la llamada sintiéndose esperanzado, su sentido de propósito renovado.

Esta llamada fue un recordatorio de que las soluciones para resolver los mayores desafíos de nuestra comunidad pueden provenir de encuentros fortuitos. Cada individuo puede contribuir al movimiento por el cambio, especialmente aquellos como John, quien aporta una perspectiva y pasión únicas. Cuando escuchas a una persona que lo necesita, nunca sabes a dónde te llevará la conversación.